Un viaje. Dos triángulos. Tres voces. En un giro matriarcal a la road story, Mario y Lito, padre e hijo, salen a la carretera, iniciando un decisivo viaje a través de una geografía que parece localizada en la imaginaria frontera entre España y Latinoamérica, en el que compartirán mucho más que tiempo y espacio; mientras la madre toma la palabra y emprende otra aventura, incluso más arriesgada.
Lito está convencido de que, si se concentra, puede cambiar el clima. Mario está enfermo y desea regalarle el mejor recuerdo de su vida. Elena protagoniza una catártica historia capaz de desafiar sus límites morales. Adicta a la lectura, no dejará de toparse con su vida en los libros, o quizá viceversa. Sus voces constituyen una exploración en las tres formas del habla: la mental, la oral y la escrita. El divertido monólogo interior de Lito. La vibrante despedida que graba Mario. Y el brutal diario de Elena. Hablar solos se articula por medio de los cruces y contrastes entre estas tres voces, siempre solas y a la vez acompañadas. Quizá como nosotros.
Hablar solos narra conmovedoramente cómo la experiencia de la pérdida transforma nuestras vidas; la manera en que modifica nuestra percepción de la memoria, el deseo o el propio cuerpo; y hasta qué extremo el sexo y la lectura pueden erigirse en formas de resistencia. Alternando crudeza y ternura, esta impactante novela indaga en los entresijos del amor familiar, en los vínculos entre Tánatos y Eros. Y rinde un profundo tributo a todos aquellos que han cuidado alguna vez a un ser querido.