«Calla, que de ti no quiero ni que me cierres los ojos».
Contra esta sentencia disparada contra su mujer, el octogenario José Molina rompe en su lecho de muerte un silencio al que se ha aferrado durante décadas. Esta frase se instala en la mente de su nieto de diecisiete años, que por primera vez intuye que detrás de ese abuelo adusto, seco y bronco se esconde un pasado de cicatrices y miedos. Años más tarde, el nieto adulto intentará encontrar las palabras que nunca se dijeron y descubrir de qué están hechos sus propios silencios.
José Molina creció en los años veinte rodeado de telas y mujeres en un antiguo comercio textil. Su juventud se quebró por la guerra y por una familia hecha de susurros, supersticiones y maldiciones femeninas. Lejos de ser un héroe, terminó convirtiéndose en uno de tantos supervivientes.
Sergio del Molino ha escrito en Lo que a nadie le importa una novela íntima y familiar en la que la memoria y el presente se mezclan en una crónica de España, un país lleno de silencios donde nadie dice nunca nada porque parece que todo está ya dicho.