La guerra de todas las guerras se gesta en las calles, entre hermosos palacetes art nouveau. Viejos nombres, viejas proclamas, viejas cruces flechadas resucitan. Las cenizas de los muertos caen sobre todo el que recorre las calles, presentes o futuras, de la ciudad más hermosa a orillas del Danubio. En una villa verde jade, dos hermanas traen al mundo a dos bebés que les son arrebatados.
Aquí el sol ya no sale, los nombres se olvidan y lo espectral se confunde con la realidad. Cara y Carlo recorren el cadáver de la que fue la ciudad más hermosa a orillas del Danubio. Devoran cuentos con el ansia con que devoran corazones y miran voraces hacia la otra orilla y sus promesas; siempre están hambrientos. Y no lograrán saciarse hasta que le encuentren a él, al padre del mal y de los horrores de la guerra que lo destrozó todo.