Amancio Prada (Dehesas del Bierzo, León, 1949) ha sabido encontrar y seguir una línea de trabajo en la que poesía y música se han encontrado con una sensibilidad incomparable. Su origen rural marcó su infancia y, sin duda, su compromiso con la música tradicional y el folclore. Estudió Sociología en la Sorbona de París, donde también llevó a cabo estudios de armonía, composición y guitarra. Allí entró en contacto con Georges Brassens, con quien se presentó en público en diciembre de 1973, e inició su carrera discográfica grabando, en 1974, el álbum Vida e Morte.
Tras su vuelta a España en 1975, inicia una época de gran actividad compositiva y estudio de los clásicos de la poesía española como San Juan de la Cruz o Rosalía de Castro y avanzado el tiempo, los primeros trovadores galaico-portugueses de los siglos XII y XIII, Antonio Machado, Federico García Lorca, Juan de la Encina, Tagore, Agustín García Calvo, Álvaro Cunqueiro y Manuel Vicent. Estos autores marcarán sus propias composiciones y en muchos casos musicará sus obras como en Cántico espiritual de San Juan de la Cruz de 1977.
Prada ha logrado ganarse el respeto del público, la admiración de la crítica y el reconocimiento general hacia el rigor de su trabajo. La humildad y la discreción de su talento han hecho de él un artista diferente que ha demostrado la necesidad de mantener un estrecho vinculo con la música tradicional, que ha reivindicado y reinventado el folclore, para seguir respetando nuestras raíces.