Exboxeador, expolicía, excobrador, Antonio Carpintero, más conocido como Toni Romano, trabaja, pocos años después de su última aventura, de fisonomista en el Casino. Deudas de juego, sin embargo, que lo tienen atado a su antiguo empleador, Draper, hacen que no le haga ascos a algún encargo extra que pueda salirle. Y sorprendentemente resulta ser la búsqueda de un antiguo compañero de la policía, Nico Sepúlveda, pasado ahora en apariencia a los caminos de la delincuencia.
La investigación que Toni emprende lo lleva a reencontrarse con otros miembros del antiguo Grupo de Noche de la policía, del que fue jefe, y que no parecen muy satisfechos de ello, convencidos de que incurrió en corruptelas. En mitad de un paisaje poblado de macarras, traficantes, especuladores, jugadores y prostitutas, Toni acaba mezclado con gente muy peligrosa dispuesta a defender un millonario negocio.