Buñuel en el laberinto de las tortugas comienza en 1932, cuando Luis Buñuel rodó en Extremadura su tercer trabajo como director, Las Hurdes, tierra sin pan, una de las películas malditas de su filmografía y documental pionero en nuestro país. Fermín Solís retrata, en esta magnífica novela gráfica, un momento decisivo en la vida de Buñuel y quizá de todo gran creador: el dilema entre cultivar el arte por el arte o servirse de él como un medio para transformar la sociedad.
Tras un cuidado trabajo de investigación y documentación, se encuentra el Buñuel director de cine y un Buñuel escondido, mezcla de la intuición del autor y del imaginario colectivo en torno a su figura mítica. Fermín Solís, explica así cómo llegó a interesarse por esta historia: «Necesitaba hacer una novela gráfica que llegase a un tipo de lector que no era el habitual y por otro lado también quería hacer algo que me hiciese salir de mi zona de confort del cómic costumbrista y autobiográfico. Viajé a Las Hurdes buscando una historia… y la encontré». Además, explica, «Quería hacer una obra de ficción no un estudio sobre la película. Así que me tomé la libertad de convertirlo en personaje de cómic. Me adentre en su obra anterior y posterior, e intenté imaginar lo que debió vivir entonces».
Buñuel en el laberinto de las tortugas que fue publicado por primera vez en 2008, con un formato en blanco y negro, crece en esta edición actualizada gracias a la incorporación del color en sus viñetas y a un nuevo concepto narrativo y de personajes que refleja la evolución en paralelo de esta fascinante historia y la mirada del autor sobre ella.